Fundado en 1922, es el parque nacional más antiguo de Italia. Situado en los Alpes, abarca un área de más de 70,000 hectáreas. Es famoso por sus impresionantes picos, glaciares y valles, y es el hogar del íbice alpino, símbolo del parque. Además, cuenta con rutas de senderismo que permiten disfrutar de sus paisajes únicos.
La flora es igualmente notable, con bosques de alerces y pinos y una rica variedad de flores alpinas. En invierno, el parque es un paraíso para los esquiadores y fotógrafos que buscan captar la belleza de su entorno nevado.
Este parque, creado en 1923, protege una de las áreas montañosas más biodiversas de los Apeninos. Es hogar de especies emblemáticas como el oso pardo marsicano y el lobo italiano, además de vastos bosques de hayas y pastizales alpinos.
Los visitantes pueden disfrutar de rutas de senderismo, lagos y pequeños pueblos que conservan una rica herencia cultural. Su biodiversidad lo convierte en un punto clave para la conservación de especies en peligro.
Ubicado en la costa de Liguria, este parque combina paisajes costeros, pueblos coloridos y viñedos en terrazas. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un destino icónico para los amantes de la naturaleza y la cultura.
Los senderos que conectan los cinco pueblos son famosos por ofrecer vistas espectaculares del Mediterráneo. Además, su biodiversidad marina y terrestre lo convierten en un espacio de gran interés ecológico.
Dominado por el famoso volcán Vesubio, este parque nacional protege el ecosistema único alrededor de uno de los volcanes más estudiados del mundo. Ofrece senderos que ascienden hasta el cráter y vistas impresionantes de la bahía de Nápoles.
La flora mediterránea prospera en el suelo volcánico, y el parque también es hogar de numerosos reptiles y aves. Su valor histórico y geológico lo convierte en un destino único.
Este extenso parque alpino se encuentra en la región de Lombardía y Trentino-Alto Adigio. Es conocido por sus paisajes glaciares, altas montañas y valles profundos. Es un refugio para especies como el águila real y el ciervo rojo.
El Stelvio es ideal para actividades al aire libre como el senderismo, el ciclismo y la observación de la vida silvestre. Su belleza alpina lo convierte en un lugar imprescindible para los amantes de la naturaleza.
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