Es obvio que tenemos un problema con la población menor de edad, pues debido a una modificación sustancial de hábitos, los niños se ven afectados por una serie de problemas de salud, cuya tendencia no hace sino crecer: es el caso del sobrepeso y la obesidad. Con el tiempo, estos trastornos pueden ocasionar enfermedades cardíacas, del sistema circulatorio, o metabólicas. A la vez, nuestros niños están creciendo en ambientes contaminados que les provocan problemas respiratorios. Estos últimos, en ocasiones desalientan la práctica de ejercicio físico, pero es precisamente este último, el que puede mejorar (si se practica de forma adaptada y controlada) el funcionamiento del sistema respiratorio.
Nos encontramos en un momento clave para revertir el sedentarismo y la mala alimentación, y como decíamos aquí, se trata de una responsabilidad compartida. No es necesario recordar los beneficios e la actividad físico deportiva, pero lo hacemos más abajo; y no es necesario, porque cualquier adulto que ejerza funciones educativas con un menor lo tiene presente de una u otra forma. No obstante, el objetivo central de este artículo es detallar 10 actividades deportivas para niños de Primaria, teniendo en cuenta las características según la edad de los alumnos.
Un aspecto importante a resaltar, es que “la concepción de la actividad deportiva, debe separarse del deporte profesionalizado” cuando hablamos de niños de educación Primaria, pues si bien hay quienes pertenecen a clubes deportivos (lo cual implica también competir); en el contexto escolar, se debe tener en cuenta la maduración infantil desde los puntos de vista físico y psicológico. Esto último es lo que nos lleva a entender la programación de actividades deportivas como actividades que necesariamente han de ser adecuadas y motivadoras, pues sin motivación, difícilmente existirá apego posterior.
La actividad física debería estar incorporada a nuestras vidas de forma regular: la recomendación que hace dos años lanzó la Asociación Española de Pediatría (una hora diaria durante cinco días a la semana) es válida siempre que la entendamos como un “mínimo”. Uno de los obstáculos que encontramos a la consecución de ese objetivo, es que hay miles de niños que sólo cuentan con las horas de Educación Física en Primaria (2/3 a la semana), pues fuera del colegio se desplazan en vehículos, no tienen tiempo para jugar en la calle, y no realizan ejercicio físico de forma compartida con sus familiares o amigos.
Mantenerse activo de forma regular, reporta una serie de beneficios:
Entendemos que el ejercicio físico es fuente de salud, pero también que el gozar de esta buena salud, lleva también a mantener unos niveles adecuados de actividad física (o deportiva), ya que el bienestar obtenido motiva per se a continuar.
Nos encontramos en la actualidad a una buena parte de niños y adolescentes que son inactivos y sedentarios, y que además realizan cambios drásticos en su alimentación, como abandonar el consumo de frutas y verduras, o abusar de los alimentos preparados o con exceso de sal / azúcar / grasas. Tenemos que prestarles atención y actuar sobre su motivación para que se adhieran a cualquier práctica física.
De forma consciente y documentada los profesionales de la educación, saben que los alumnos de Primaria (5 / 6 a 11 / 12 años) son un grupo diverso y heterogéneo teniendo en cuenta su desarrollo corporal y la maduración biológica y comportamental. Los pocos rasgos que presentan en común, son flexibilidad, ligereza, rapidez, escasa capacidad muscular, y poca concentración mental; y vienen todos dados por el propio proceso de desarrollo.
Es este conocimiento el que - llevado a la práctica - puede convertirse en factor de protección para la salud de los alumnos, pero nunca se puede considerar de forma aislada, pues la escuela no es más que uno de los agentes educativos. En general se deber actuar tanto sobre el sedentarismo, como sobre la sobrecarga de actividades deportivas.
La práctica deportiva como programación en el currículo escolar, se traduce en la asignatura de educación física, con finalidad de desarrollar en los alumnos la competencia motriz. Dado que la práctica no puede desligarse de otros aspectos útiles y necesarios, los maestros de la materia trabajan valores o actitudes que mejoren la formación como personas de los niños, pero también la comprensión de la acción motriz, ligada (mediante lazos invisibles) a las emociones, habilidades, la gestión de los conflictos y los hábitos saludables.