Y nos lo demuestra continuamente en multitud de ocasiones y de diferentes maneras. La naturaleza, esa fuerza contra la que ninguno podemos y de la que formamos parte, y no al contrario.
Te vamos a hablar de uno de los parques naturales más hermosos de los EE.UU. Nos referimos al parque nacional de Yellowstone, una enorme extensión de cerca de 9.000 Km. que comprende lagos, ríos, bosques y cadenas montañosas.
El más antiguo de los parques naturales
Es el parque natural más antiguo del planeta, en el que los incendios son muy frecuentes debido a sus características forestales y geotérmicas. En 1988 un incendio convirtió en cenizas tres cuartas partes del parque.
El parque Yellowstone atraviesa dos estados en los EE.UU., Montana e Idaho. La variedad en la fauna, tanto marina como terrestre, es inmensa estando catalogados cientos de especies, algunas autóctonas.
En 1978 la UNESCO lo calificó como Patrimonio Mundial de la Humanidad, pero en 1995, debido a las actividades mineras, el exceso de turismo y la mala calidad de las aguas entre otros, fue incluido en la lista de Patrimonio mundial en peligro.
Plan de emergencia para salvar el parque
De todas las medidas que se tomaron para salvar del peligro al parque, la más efectiva fue la introducción en 1995 y en 1996 de entre 14 y 66 lobos, según la fuente.
La cadena de hechos provocada por la fuerza de la naturaleza, y desencadenada por la llegada a Yellowstone de los lobos, fue de tal impacto que en 2003 el parque fue retirado de la lista de Patrimonio mundial en peligro.
¿De qué forma actuó la naturaleza?
La actuación de la fauna y la flora del parque, siguiendo la cadena natural en la que actúa la naturaleza sin la intervención del hombre, se produjo del siguiente modo:
Los lobos cazaron ciervos, disminuyendo su número por lo que la vegetación aumentó, sobre todo álamos y sauces, así como los árboles y arbustos. Con ellos aparecieron los frutos y los insectos que atrajeron aves. También creció la población marina, exactamente castores, roedores y reptiles.
Pero también los lobos, cuando aumentaron las manadas, cazaron coyotes lo que provocó que se incrementara la población de ratones y conejos desencadenando el crecimiento de la población de zorros rojos y comadrejas.
También llegaron inmediatamente los tejones, los halcones y las águilas calvas. Pero esto no fue todo, el equilibrio entre depredadores y presas, junto al crecimiento de la vegetación, frenó la erosión por lo que los márgenes de los ríos se estabilizaron y se crearon cauces y charcas.
Definitivamente, el equilibrio entre depredadores y presas, casi siempre roto por la intervención del hombre, es básico en la naturaleza. En el caso del parque de Yellowstone se demostró con qué rapidez la naturaleza devolvió el equilibrio al ecosistema cambiando la geografía en tan sólo 8 años.
© Texto de Aventura Amazonia
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