Los seis destinos más emocionantes del planeta para 2022 según National Geographic | Planeta Avrentura

Los seis destinos más emocionantes del planeta para 2022 según National Geographic

Aunque la pandemia ha cambiado cuándo, dónde y cómo viajamos, añoramos hacer las maletas y ponernos en marcha. La exploración comienza ahora.

Aventureros suben por la vía ferrata más alta de América del Norte en la cuenca de Arapahoe, Colorado. Esta ruta de escalada con anillos y cables metálicos en las montañas Rocosas es uno de los mejores destinos del mundo elegidos por Traveler para 2022. Foto cortesía de Ian Zinner, zona de esquí en la cuenca de Arapahoe.

 

¿Buscas tu próxima aventura? los editores de National Geographic Traveler en todo el globo eligieron, entre otros, estos seis destinos como los más emocionantes del planeta para 2022.

 

Cinco categorías (aventura, cultura e historia, naturaleza y vida silvestre, familia y viajes sostenibles) enmarcan experiencias inolvidables que revelan la belleza y diversidad del mundo que nos rodea.

 

Aunque la pandemia ha cambiado cuándo, dónde y cómo viajamos, añoramos hacer las maletas y ponernos en marcha. La exploración comienza ahora.

 

Escrito por los editores de National Geographic Traveler alrededor del mundo con información adicional de Maryellen Kennedy Duckett.

 

 

Explorar para conservar. Bucea con tiburones en el Pacífico

 

 

 

Millones de medusas doradas sin aguijón llenan un lago marino único en las islas Chelbacheb de Palaos. Foto de Ethan Daniels, Alamy stock photo

 

Al descender del avión en el Aeropuerto Internacional de Palaos, la estampa de migración que te ponen en el pasaporte incluye un compromiso que todos los visitantes deben firmar y donde se promete que “las únicas huellas que dejaré serán las que se borrarán”. Los niños de este remoto archipiélago occidental del Pacífico escribieron este acuerdo ambiental de 59 palabras con el objetivo de proteger la cultura y el entorno de los efectos nocivos del turismo.

 

El Santuario Marino Nacional de Palaos resguarda 80 % de las aguas nacionales y el proyecto Mares Prístinos de National Geographic lo reconoció como uno de los ecosistemas marinos más diversos del orbe. El santuario de 500 000 kilómetros cuadrados es una de las zonas marinas protegidas más extensas del mundo con más de 700 especies de coral y más de 1 300 de peces, entre ellos una variedad impresionante de tiburones.

“Desde el aire, Palaos parece un paraíso terrenal –comparte Enric Sala, fundador de Mares Prístinos y explorador residente de National Geographic–. Cuando te sumerges en el agua, te transportas a otro mundo”.

 

Durante la vigésima Semana Anual del Tiburón en Palaos, que se celebrará del 27 de febrero al 6 de marzo de 2022, los buzos podrán ser parte del grupo de científicos ciudadanos que observarán y contarán numerosas especies de tiburones como el tiburón gris, el de puntas negras, el tigre y el martillo.

 

A diario se eligen los sitios para bucear a partir de la abundancia de tiburones y otras formas de vida marina, como grandes congregaciones de mantarrayas y miles de peces en desove.

 

Si quieres practicar esnórquel, entre febrero y noviembre la Sociedad Oceánica realiza un recorrido en la laguna meridional de las islas Chelbacheb, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y hogar del tiburón gris, el dugón, la almeja gigante y lagos marinos abarrotados de medusas doradas.

 

 

Recorrido en bici por el Río Sena, Francia

 

 

Los ciclistas ahora pueden ir en bicicleta de París a Le Havre, en la costa francesa de Normandía, a lo largo del nuevo sendero para bicicletas de 430 kilómetros por el río Sena. Foto de David Darrault.

 

La Seine à Vélo es una ciclovía digna del pintor francés Claude Monet, cuyo hogar y lirios acuáticos de Giverny están en el camino. La ruta de 430 kilómetros de París al mar se inauguró en octubre de 2020 y ofrece obras menos conocidas como el arte urbano que ilumina el canal Saint-Denis.

 

En las 15 etapas de la ciclovía, los ciclistas cruzan zonas naturales protegidas como la Reserva Ornitológica Grande Noë, en Normandía, ubicada en una importante ruta migratoria. Aquí también se pueden visitar las ruinas de la abadía de Jumièges, del año 654, o hacer el recorrido que organizan monjes benedictinos por Saint-Wandrille, una abadía centenaria en funcionamiento. El salón de té y los jardines del castillo de Bizy, residencia real construida en 1740 e inspirada en Versalles, ofrecen un respiro de la rodada.

 

Y si bien Monet no es la única razón para recorrer la vía, los ciclistas entusiastas de la pintura deberían reservar un espacio para visitar el Museo del Impresionismo en Giverny, que explora el movimiento artístico del siglo XIX.

 

 

De mar a mar (Costa Rica). Una caminata de costa a costa

 

 

 

En Costa Rica, los balseros de aguas bravas se enfrentan a rápidos de clase mundial en el río Pacuare. Foto de Hemis, Alamy stock photo.

 

Con sus 280 kilómetros de extensión, el Camino de Costa Rica atraviesa el país del Caribe al Pacífico; una ventana a la vida alejada de las rutas turísticas trilladas. La ruta de senderismo de 16 etapas sigue carreteras públicas y se abre paso por pueblos y aldeas remotas, tierras de los cabécares y zonas naturales protegidas.

 

Familias de la región, organizaciones sin fines de lucro y una red de microempresarios como los productores Ecomiel, la granja de productos orgánicos Finca El Casquillo –cuyas propietarias son mujeres– y el micromolino La Cabaña, que produce café sostenible, están a cargo de una buena parte del alojamiento, alimentos, recorridos y otros servicios disponibles en el sendero.

 

Debido a la lejanía y la diversidad de servicios turísticos, Mar a Mar –la asociación que se creó en 2016 para desarrollar, fomentar y mantener este camino– recomienda recorrer el sendero con un guía. Ticos a Pata, UrriTrek Costa Rica y ViaLig Journeys son algunas de las empresas que ofrecen experiencias guiadas, desde caminatas de un día hasta recorridos de costa a costa que pueden durar entre una y dos semanas. Los itinerarios de varios días también incluyen aventuras como descenso en los rápidos de clase mundial del río Pacuare.

 

 

Nuevo Brunswick. Recorre el sendero rural más extenso en las provincias marítimas de Canadá

 

 

 

A lo largo del río Nepisiguit en New Brunswick, Canadá, una ruta centenaria de transporte de las Primeras Naciones ahora ofrece 150 kilómetros de senderos de una pista, así como sitios para acampar. Foto de Andrew Herygers.

 

Una piedra con forma de tortuga cerca de Nepisiguit, en la provincia canadiense de Nuevo Brunswick, protagoniza una leyenda mi’gmaq. Cuando el nivel del agua baja, la “tortuga” –de nombre Egomoqaseg, “piedra que parece un barco que navega”– parece salir del río, comenta el guardabosques Jason Grant, cuyo suegro Gilbert Sewell, anciano mi’gmaq, fue guardián de la historia. “Cuenta la leyenda que, cuando la tortuga salga por completo, será el fin para los mi’gmaq”, asegura Grant. A partir de sus visitas anuales, Grant indica que a Egomoqaseg le falta mucho para llegar a tierra firme.

 

Esta es una parada en la ruta migratoria de las Primeras Naciones, el sendero rural más extenso en las Provincias Marítimas. Sentier Nepisiguit Mi’gmaq recorre 150 kilómetros por la ribera del Nepisiguit y sigue antiguos caminos que transitaron los mi’gmaq nómadas.

 

La ruta inicia en la Reserva Natural de Daly Point, en Bathurst, y culmina en el lago Bathurst, en el Parque Provincial del Monte Carleton, hogar del monte homónimo de 820 metros de altura. Para fomentar el respeto por la relevancia del sendero, la restauración de la ruta –que concluyó en 2018– incorpora la lengua y la cultura mi’gmaq con campamentos con tipis y un logo inspirado en Egomoqaseg.

 

 

 

Cuenca de Arapahoe (Colorado, Estados Unidos). Haz cima en las montañas rocosas

 

 

 

Los escaladores suben la vía ferrata en la cuenca de Arapahoe, en Colorado, que alcanza un máximo de casi 4 000 metros. Foto cortesía de Ian Zinner, zona de esquí de la cuenca de Arapahoe.

 

Para apreciar las vistas de la Gran Divisoria se debe escalar la vía ferrata más alta de América del Norte. El “camino de hierro” de la cuenca de Arapahoe –una ruta con escalones y cables de metal– comienza en la base de los riscos de las Rocosas y sube casi 365 metros para llegar a la cima, a 3 962 metros.

 

Mirar hacia abajo revela el paisaje de Colorado salpicado de musgo verde, flora rosa y morada, y jardines de roca que forman los riscos; los pedazos que se desprenden pueden ser hasta del tamaño de un Volkswagen. Los riscos se escalan por los escalones de metal, agarrándose de la roca y metiendo los pies en las grietas para hacer palanca.

 

Para evitar caer 305 metros y encontrar una muerte segura, es preciso fijar los arneses de un cable al otro a medida que se avanza. La ruta está por completo expuesta y se pueden desatar tormentas repentinas.

 

Desde arriba, rebaños de cabras blancas observan estoicas, pero suelen desaparecer cuando los viajeros llegan a la cima. Este punto marca la mitad del recorrido. A partir de aquí se debe descender, lo que para los primerizos en la vía ferrata como Michael Lytle puede ser la parte más extenuante del recorrido. “Intentas no voltear hacia abajo. Desde arriba las carreteras parecen hilos. El miedo es real”, asegura.

 

 

 

Taghazout, Marruecos. Surfea, patina y practica sandboard en uno de los mejores puntos del norte de África

 

 

 

Jugadores de fútbol de playa en Taghazout, Marruecos, se reúnen al caer la tarde. Este pueblo bereber del Atlántico marroquí se ha convertido en un destino favorito para los amantes de deportes como el surf, gracias a la buena calidad de sus olas y sus playas bien conservadas. Foto Getty Images.

 

Por sus olas, dunas, rampas y un zoco tradicional, alejar a los niños y sus padres de las pantallas no será difícil en Taghazout, la capital marroquí del surf. Favorito entre mochileros y surfistas europeos, este antiguo poblado pesquero en la costa del Atlántico, al suroeste del país, ya no es un secreto (hay un Hyatt Place y el exclusivo Fairmont Taghazout Bay abrió en julio de 2021), aunque sigue siendo muy casual y local.

 

La temporada para surfear es entre octubre y abril, cuando el consistente oleaje del noroeste crea olas de calidad (fondos de arena, olas que rompen en las rocas y las que golpean en ángulo oblicuo) como en Panorama, una playa familiar protegida ideal para principiantes.

 

Además, querrás traer o comprar una patineta para las olas de concreto en el Taghazout Skatepark que construyó la organización sin fines de lucro Make Life Skate Life en 2017. Pero antes, haz un viaje de un día a la ciudad costera de Agadir, 20 kilómetros al sur, para comprar tablas en Tamara Skate Shop y pasear por el zoco El Had, una ciudad dentro de una ciudad que tiene un mercado tradicional con más de 13 hectáreas. Termina tu viaje surfeando las dunas de Tamri, 43.9 kilómetros al norte de Taghazout.

 

 

Fuente: National Geographic en español

Gabriel Joseph-Dezaize, editor en jefe de NGT Francia, Maryellen Kennedy duckett (mkd) para ngt india

 

 

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