Te lo hemos contado antes ¿y si la solución para arreglar el desequilibrio ecológico en las ciudades consiste en integrar los bosques? Te mostramos los bosques verticales, unas de las últimas y deslumbrantes soluciones para la capa de ozono.
Más del 90% de los edificios del mundo están hechos con cristal. ¿Sabías que el problema de estos magníficos ejemplares de la arquitectura urbanística moderna es que reflejan el calor de la luz solar en el suelo de las calles?
Como respuesta a este problema, a finales del siglo pasado, surgieron los jardines verticales, que crecían por las paredes y medianas de algunos edificios. También en los tejados y azoteas, crecieron los huertos y los cultivos, que además abastecían a las comunidades de vecinos.
En los últimos años, algunos arquitectos pensaron en añadir las flores, plantas y árboles a lo largo, ancho y alto de los edificios. El resultado, en el caso de los rascacielos, unos deslumbrantes bosques verticales que crecen tan alto como los rascacielos en donde han “echado raíces”.
En Milán hay dos edificios residenciales de 113 apartamentos de 100 metros y 76 metros de altura, respectivamente en los que crecen, como te decimos, auténticos bosques. Estos edificios son el primer bosque metropolitano del mundo.
Más de 90 especies vegetales protegen de la polución a las viviendas. 800 árboles de entre tres y nueve metros de altura, 11.000 plantas y 5.000 arbustos constituyen el bosque de 20.000 m2.
Todas estas especies fueron integradas en el edificio al mismo tiempo que fue construido. Todos los arbustos y árboles integrados en este bosque han sido plantados en la propia estructura del edificio.
Efectivamente, los cimientos y el resto de los materiales y la estructura del edificio están absolutamente protegidos de las erosiones provocadas por el natural crecimiento inherente a la naturaleza de todas las especies.
Un sistema de riego artificial automatizado, además de un ejército de podadores y jardineros aéreos, liberan por completo a la comunidad de vecinos de las responsabilidades del mantenimiento propias de cuidar un jardín, o un… bosque.
Por supuesto, las especies animales; insectos y aves principalmente, se han incorporado a la parte viva del edificio; plantas, raíces, flores o ramas son perfectas como alimento, para polinizar… o hacer un nido para los polluelos de las aves que encuentran en este bosque aéreo su hábitat natural.
Actualmente, este método es muy seguido, por lo que decenas de edificios similares al de Milán, se construyen por todo el planeta. El de Najing (China) “crecerá” con un bosque de más de 3.000 plantas.
© Texto de Aventura Amazonia
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