El artista francés Sylvain Meyer realizó una serie de instalaciones en un escenario totalmente natural. Bajo el nombre de Land art, el artista creó formas (algunas hipnóticas, otras oníricas) en las que se refleja en un solo objeto la infinidad con que la naturaleza fluye a en sí misma.
No se trata de evocar su lado bello ni estético, sino de mostrar cómo, por medio de diferentes factores como el sol, el viento, el agua, y otros elementos naturales, la naturaleza se modifica formando, inusitadamente, formas que parecen un molde prefabricado.
No sólo se trata de dar a conocer algo que sea bello y estético para la vista, sino también de mostrar el lado más sugestivo de la naturaleza: la sabiduría natural que engaña a los sentidos del ser humano.
En el Jardín Botánico de Atlanta, en Estados Unidos, también apuestan por este nuevo "arte verde". Allí podemos encontrar una soberbia demostración de lo que puede conseguir la mosaicultura. Con el sugerente título de Mundos Imaginarios: Un nuevo reino de plantas gigantes, esta exposición al aire libre se compone de 28 esculturas con las más variadas formas, desde una Diosa Tierra de 25 metros de altura hasta ranas, mariposas, primates y serpientes que asombran por su tamaño, simpatía y perfección.
Para su realización han sido necesarias más de 200.000 plantas y, de hecho es la mayor exposición de esculturas de plantas vivas jamás mostrada en Estados Unidos y, muy probablemente, a nivel mundial. En este caso, como ocurre habitualmente, la estructura es de acero , moldeado previamente para dar forma al conjunto, formado por plantas anuales, de crecimiento rápido . Por lo tanto, no hay necesidad de podar las plantas durante años hasta alcanzar la forma.
Excepto la Diosa de la Tierra, que forma parte del jardín, el resto está de paso. En concreto, la exposición permanecerá abierta al público hasta octubre, gracias a la colaboración de la organización no lucrativa Internacional Mosaiculture of Montreal.
Una bonita iniciativa dentro de la exposición consiste en abrir el jardín también por la noche. Un día a la semana, las esculturas se iluminan para sorpresa y deleite de sus visitantes. El pasado año se presentó la primera edición de esta muestra, que tiene sus orígenes en las exposiciones Mosaïcultures internationales, cuyas dos ediciones pioneras tuvieron lugar en Montréal (Québec) en 2000 y 2003.
Fuentes: Ecologiaverde.com y Ecoosfera.com