Agosto, mes viajero y caluroso. Por eso nos vamos otra vez de chapuzones, y de paisajes. Para que se nos llenen los ojos de Naturaleza ¡¡Y agua!!
¿Te atreverías a bañarte aquí? Ya solo el nombre tira para atrás… Esta piscina se forma en el río Zambeze, justo en el borde de las mismísimas Cataratas Victoria.
Para llegar a la piscina, hay que cruzar el río, algo que se hace siempre con un guía y únicamente en temporada seca.
Cuando llegas, el paisaje parece sacado de una fábula o algo así: se asemeja a un enorme castillo de algodón blanco. Y de hecho, su nombre significa “castillo de algodón”, en turco.
Las piscinas que se han ido formando, además de garantizar un baño divertido y refrescante, son de aguas termales ya que contienen grandes cantidades de bicarbonato y calcio.
Con este nombre, ¿cómo no va a ser un lugar mágico? "La Grotta della Poesia" (“gruta de la poesía”) se encuentra en la población de Rocha Vecchia, en La Puglia, a unos 20 km. de la población de Otranto y junto a su famoso yacimiento arqueológico.
Se trata de una cueva natural excavada por la acción del mar a lo largo de los siglos.
Estas maravillosas cataratas y sus pozas de espectacular agua azulada se producen en la desembocadura del río Havasu, en el río Colorado, en Arizona.
La alta mineralización es la responsable de su particular color.
Un lugar maravilloso en tierras de Extremadura. Por si le faltaba algo al Valle del Jerte, en Cáceres, aquí tienes estas piscinas naturales.
La Garganta de los Infiernos, que pertenece a la "Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura", se ha hecho famosa por sus refrescantes pozas.
Kuang Si es un lugar paradisíaco próximo a Luang Prabang, en el norte de Laos.
Su atractivo paisajístico es indudable, por lo que su cascada y bosque atraen a muchos viajeros que quieren disfrutar del espectacular salto de agua y las pequeñas piscinas que se forman de agua turquesa.
Hamilton Pool es una piscina natural que se originó tras el derrumbe de la cúpula de una cueva tras varios años de sufrir la erosión de su río subterráneo.
Se encuentra a unos 40 kilómetros de Austin, en Texas, en la reserva natural de Balcones Cayonlands.
Se conoce como la laguna de los siete colores (aunque si observas con atención, probablemente verás incluso más tonos azules) y bañarse en ella es una experiencia mágica.
Y es que Bacalar es uno de los pueblos mágicos del estado de Quintana Roo, en la península de Yucatán.
Parece salir de un escenario soñado; pero existe de verdad. Se trata de To Sua Ocean Trench, en la isla de Upolu, en el Océano Pacífico Sur.
Esta maravillosa piscina de aguas color esmeralda se formó en un gran agujero de piedra caliza que alcanza treinta metros de altura.
En medio de la selva Lacandona de Chiapas, al sur de México, se encuentra una de las cascadas más famosas del país.
Se la conoce como Cascada de Agua Azul, por lo que es obvio que su color es espectacular, casi añil.
Vale que no sea del todo natural; pero eso no significa que no sea un lugar espectacular para bañarse.
El Blue Lagoon es un balneario geotermal ubicado en uno de los campos de lava de Islandia, a 45 minutos de su capital, Reykjavik.
Esta laguna se encuentra en el centro de la cadena volcánica que atraviesa Nicaragua. Es de esos lugares tan bellos como amenazados por el turismo.
La de Apoyo es una de las lagunas más bellas del pequeño país centroamericano.
Las aguas bravas rodean Maderia; pero en Moniz encontramos el puerto más seguro de la isla.
Estas formaciones volcánicas posibilitaron un lugar de baño espléndido, uno de los más bellos de Portugal.
¡¡Sí, ante tanta belleza, y con tanto calor, se hace difícil la elección !!
©Texto National Geographic
©Texto de Aventura Amazonia
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