Los abusos sexuales a menores, se han convertido en un problema presente en nuestra sociedad (y en proporciones mayores de lo que querríamos) de graves consecuencias para los afectados. Dado que con el paso del tiempo, las cifras de víctimas se han venido manteniendo, todos debemos realizar esfuerzos preventivos, y - en el peor de los casos - de detección y abordaje.
La mayor responsabilidad sobre el desarrollo de un niño recae en sus padres, pero los menores pasan muchas horas en la escuela, por lo que es de esperar que haya docentes sensibles hacia este este tema, que deseen contar con recursos prácticos y elaborados por profesionales. Cuando un niño sufre abusos sexuales, aparece un componente que dificulta la detección: se trata de los propios sentimientos, que movidos por el secretismo que rodea a la relación abusiva, hacen creer que uno no es merecedor de nada mejor, incluso que es culpable de su propio sufrimiento.
Según datos europeos, una de cada cinco niñas, y uno de cada siete niños, sufrirán abusos antes de los 18 años; y cuando esto sucede, el agresor suele ser alguien del entorno más cercano (en el 80 por ciento de los casos). Los adultos debemos ejercer protección sobre los niños a nuestro cargo, no hay excusas que valgan, incluso cuando es un asunto tan fácil de ocultar, y de mantener.
La Fundación Vicki Bernadet tiene editado un cuento llamado "Las cortinas de Aire", que permitirá reflexionar sobre la reacción ante situaciones complicadas, y reconocer las emociones, aprendiendo a expresarlas. A veces los niños ven como la expresión de su emociones se veta, debido en parte a las expectativas que sobre ello tenemos los mayores. Esconderlas es completamente insaludable, menos aún cuando no es correcto hablar sobre emociones buenas o malas: son lo que son, y algunas incluso están vinculadas con funciones corporales importantes.
"Las cortinas de Aire",incorpora una guía con sugerencias de actividades, porque también para los profesores es importante saber cómo utilizar las herramientas con las que cuentan. En cualquier caso, Daniela, Oriol y Mireia, son los tres niños protagonistas con los que los alumnos podrán simpatizar, e incluso sentirse identificados, porque se parecen mucho, tanto que también se hacen preguntas sobre el mundo que les rodea, intentando encontrar su lugar en él.
Por dejación de funciones parentales, o porque a los padres a veces les hace falta ayuda, es bueno que las escuelas se ocupen del desarrollo infantil más allá de lo académico(a pesar de las limitaciones). Por eso recomendamos este libro, que nos gustaría poder utilizar especialmente en prevención, o como mínimo para ayudar a los niños a reflexionar sobre la diferencia entre "secretos buenos y secretos malos", y sepan que sí que se puede recurrir a los adultos de confianza para resolver problemas grandes. Está pensado para niños de cinco a 10 años, y se compra contra reembolso, contactando con la Fundación; su precio es de 12 euros.
Referencia: Fundación Vicki Bernadet, http://www.fbernadet.org/es/santjordi2014/