Técnicas de cohesión de grupo: aumentando la confianza

Tal y como os anticipéa principios de septiembre, he querido dejar un espacio para las técnicas de cohesión grupal, que son ideales para favorecer la construcción del grupo desde la perspectiva del desarrollo y el enriquecimiento. Aclarar que soy una defensora de la participación grupal y he dedicado buena parte de mi vida profesional a estudiar y aplicar distintas técnicas, y puesto que he podido comprobar que funcionan, me veo obligada a trabajar por la eliminación de prejuicios que les atribuyen innecesariedad y carácter banal.

Considero que los docentes son uno de los colectivos que más necesitan la aplicación de las técnicas grupales en el aula, eso sí: de una forma meditada y planificada, porque no se trata de jugar por jugar, sino de conseguir un objetivo. A pesar de necesitarlas, y aún teniendo en cuenta que están perfectamente capacitados para su desempeño, no las utilizan, bien por la presión de cumplir objetivos, por una visión negativa del comportamiento de los alumnos en situaciones diferentes, o incluso para evitar tener que dar explicaciones a los padres, que muchas veces no ven el desempeño del docente, si los niños no llevan a casa libros subrayados y deberes.

La meta de las técnicas de cohesión (también llamadas de confianza) es que los alumnos se entiendan bien, y expresen pensamientos y emociones sin prejuicios, y lo más importante, sin vergüenza. Se pueden utilizar de forma tranversal en Primaria, pero son especialmente útiles en la Religión / Valores sociales y cívicos, pero también en Ciencias Sociales y el área del Lenguaje (la expresión permite detectar dificultades). Y en Secundaria son interesantes para cualquier asignatura cuya dinámica exceda del modelo en el que el profesor explica y los alumnos atienden: por ejemplo puede que no tengan sentido en Matemáticas, pero sí en materias optativas, y nuevamente en el área de Lenguaje.

Punto de partida

No tendrás éxito en la aplicación si no te preparas bien la técnica que deseas desarrollar (y una alternativa). Debes estudiar su viabilidad pensando en la edad de tus alumnos y en el motivo por el que necesitas cohesionar el grupo (comienzo de curso, participación en un proyecto intercentros, etc...). Anota los pasos y la temporalización y prepara el espacio: si va a ser el aula, tendrás que retirar parte de de las mesas y sillas. Y ¡muy importante! antes de empezar la dinámica los alumnos deben conocer exactamente qué van a hacer. Por lo demás, disfruta y no te olvides de preguntarles cómo se han sentido al finalizar.

Os voy a explicar algunas de estas técnicas, lo más detalladamente posible:

• Girar en rueda: para desarrollar con niños de más de 10 años. Así funciona: los niños se cogen de las manos formando un gran círculo, el profesor pone música e indica que todos deben moverse e incluso entremezclarse, pero sin soltarse. Al parar la música intentarán desenredarse. Duración: máximo 30 minutos más la puesta en común.
• Reflejo exacto: para desarrollar con niños de 8 a 12 años. Los alumnos se ponen por parejas, y se colocan en dos filas cara a cara (cada uno enfrente de su compañero). El primer paso es la observación: se mirarán bien fijándose en la forma del cuerpo del otro; después se decide quién empieza en cada pareja y consiste en que este realiza movimientos de acciones cotidianas, como toser, señalar, reír, besar, andar, escribir; y la otra parte debe imitar a la perfección, como si de un espejo se tratase. Cuando culmine esta fase cambiarán los roles.
  AMPLIACIÓN: en grupos que tengan un poco más de confianza, se pueden adoptar roles de tipo social, como un rockero, conductor de autobús, skater, jardinero, socorrista, humorista, programador de robots, etc.
• Escapar de la rueda: entre 12 y 16 años. Se forman dos ruedas concéntricas (en la de dentro debe haber menos alumnos), cuyos participantes se miran, los brazos de los niños de las ruedas están unidos. Consiste en que los participantes de la rueda interior deben escapar, y todos por el mismo sitio. Es sencillo si alguien puede colarse por debajo de los brazos de la rueda exterior, ya pasan todos; pero hay penalización por soltarse los de dentro.
• Cronológicamente hablando: entre 9 y 14 años. Es un ejercicio durante el que está prohibido hablar, y no es nada sencillo de concluir. Por señas deben comunicarse unos a otros su fecha de nacimiento (como la mayoría son del mismo año, se fijarán sobre todo en mes y día); e intentarán ordenarse de más mayor a más pequeño en una fila.
• Modelando personas: entre 5 y 8 años. El profesor forma dos subgrupos que se colocan sentados uno enfrente del otro; por turnos cada grupo ordena al otro formar un objeto o animal sencillo: un bocadillo, una estatua, un gato, un libro, un caballo, y la representación deberá ser grupal, o sea, el conjunto deberá dar la impresión de ser.

Si nunca habéis probado las dinámicas de cohesión grupal os animo a hacerlo, sólo se necesitan tres condiciones para el éxito:

• Motivación.
• Planificación.
• Honestidad para revisar los errores en la puesta en marcha y mejorarla.

Fuentes

Centro de documentación de UNICEF: http://www.unicef.cl/centrodoc/tesuenafamiliar/02%20Dinamicas.pdf

Imágenes:
*flickingerbrad: https://www.flickr.com/photos/56155476@N08/6660132357/:
*Visit Greenwich: https://www.flickr.com/photos/greenwichwhs/