En las últimas décadas las políticas comunitarias y estatales han tenido en cuenta la necesidad de integrar las llamadas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en los sistemas educativos. Estamos asistiendo a un rápido crecimiento de la tecnología con diversas finalidades, y socialmente es muy aceptada para establecer o mantener relaciones humanas, comunicarnos, promocionar nuestro trabajo, e incluso para gestionar y recoger información. Tanto los adultos como los niños usan la tecnología, los segundos quizás más hábilmente (puesto que son nativos digitales y están en edad de experimentar), es lógico, pues que la Educación reconozca esta realidad, y la tecnología tenga un claro valor educativo.
Cuando se habla de 'nuevas tecnologías' se integran varias ideas a la vez: los dispositivos, los contenidos y (por supuesto) la conectividad a Internet: no dejan de estar entrelazadas; pero las TIC también potencian una nueva manera e hacer las cosas, una pedagogía que emerge tímidamente y permite mayor participación de los alumnos. Un estudio realizado por la Universidad Internacional de Valencia, ha analizado aspectos como el número de ordenadores por alumno, la conexión a Internet y la integración curricular de las TIC. La muestra estaba formada por cinco países europeos y cinco Latinoamericanos. Una de las conclusiones más llamativas es que el número de ordenadores por cada 100 alumnos en nuestro país, es superior a la media Europea.
Esta media europea es de 15 ordenadores por cada 100 alumnos en Primaria, y 21 en Secundaria; para España hablamos de 32 por cada 100 alumnos de Primaria, y 31 en Secundaria. Los países participantes han sido - además del nuestro: Finlandia, Francia, Alemania y Reino Unido. En el ámbito de Latinoamérica, es Uruguay el país que tiene más ordenadores por alumnos (un equipo por estudiante); y la media para los países latinoamericanos, es de 27 ALUMNOS por ordenador en Primaria, y 17 en Secundaria.
La investigación también revela que el 51,8 % de alumnos latinoamericanos (y casi el 30% de los profesores) no utiliza nunca las nuevas tecnologías en el aula. Por lo tanto los índices latinoamericanos sólo son comparables a los europeos en el caso de Uruguay.
A tenor de los resultados ofrecidos por el citado estudio, son Reino Unido y España, los países que tienen más altas tasas de uso de las TIC. De hecho el 71 por ciento de los alumnos ingleses y el 52 % de los españoles, utilizan semanalmente los equipos informáticos en la escuela. Les siguen (con un 41 %) los franceses. He aquí una de los principales datos a extraer: la cantidad de equipos no se vincula con un mayor o menor uso de la tecnología, puesto que como hemos visto, España encabeza el ranking de número de ordenadores por cada 100 alumnos.
Pero es que, además, a los resultados se les puede dar otra lectura: teniendo que cuenta que sólo un 27 por ciento de alumnos finlandeses hacen uso de las TIC en el aula semanalmente, la frecuencia de utilización, tampoco está relacionada con el desempeño académico, a tenor de los resultados de las pruebas internacionales para países de la OCDE.
El trabajo también ha analizado la integración curricular de las TIC en la escolarización obligatoria (primero de Primaria a cuarto de ESO). esto es porque resulta interesante conocer el papel que se les atribuye en procesos de enseñanza / aprendizaje. Para obtener esta información se han seguido dos procesos:
Las preguntas a las que el estudio pretendía responder en este sentido fueron: ¿cómo se integran las TIC a nivel curricular? Las posibilidades que se buscaban eran el uso de la tecnología como herramienta docente, como elemento transversal, o quizás la posibilidad de que tengan entidad propia en los currículos nacionales. No existen indicaciones oficiales por parte de la Unión Europea, por lo tanto cada país, cada colegio, e incluso cada profesor, transita por caminos casi desconocidos. No obstante, en algunos documentos de ámbito continental parece sugerirse tímidamente la integración transversal.
"Se concluye que, en la etapa de educación primaria, las TIC se integran de forma general como un elemento trasversal en todos los países analizados. Sin embargo, en el caso de Francia y Reino Unido también se integran como un contenido curricular. Similares son los datos en cuanto a la Educación Secundaria, donde también se tiene una concepción trasversal de las TIC con respecto al resto de materias".
Si la capacidad de los Gobiernos para hacer frente a los requerimientos educativos más actuales, y dotar con TIC las aulas es importante; lo es también el empuje de los docentes para hacer de la tecnología una herramienta útil para el aprendizaje, y posibilitar que los alumnos desarrollen
la competencia 'aprender a aprender' innovando en los usos de los dispositivos. Y ello a la vez que aprovechan los contenidos para preparar las clases.
Así, al margen de que en contextos muy concretos se están generalizado aulas en las que la tablet es el instrumento principal del que disponen los alumnos; hoy en día surgen iniciativas basadas en los usos del smartphone con finalidad educativa (en Educación Secundaria). Lo cual no deja de ser una experiencia remarcable porque permite también que los alumnos aprendan que un teléfono sirve para más que enviar mensajes o descargar videojuegos.
Este es un reto a asumir por parte de todos: la universalización de dispositivos tecnológicos, desvirtúa en ocasiones el uso que se les da, por ello es muy interesante ir progresivamente asentando las bases de las TIC como herramientas válidas para la educación. Así los profesores actuales han de doblar esfuerzos para acercar sus múltiples posibilidades a los alumnos.
Sin duda las nuevas tecnologías permiten el acceso a la información rápidamente y facilitan un aprendizaje intuitivo hacia el 'cómo'; sin embargo existen muchas plataformas que sobrepasan las iniciativas concretas y posibilitan que el alumno genere contenidos y se distribuya tareas, realizando aprendizajes organizados y creativos.
Mencionar por último que el estudio ha sido realizado por el Dr. Vicente Gabarda Méndez, que es coordinador del Grado en Educación Primaria de la Universidad Internacional de Valencia. Es además doctor en Pedagogía y experto en integración de las TIC en los sistemas educativos.