Hace unos días se ha publicado el informe “Panorama de la Educación, Indicadores de la OCDE 2016”, con resultados específicos para cada uno de los países miembros. Esta publicación se inició en 1992 y recopila estadísticas de los sistemas educativos de 35 estados de la OCDE (organización que agrupa a los países más desarrollados junto con otros asociados). El Instituto Nacional de Evaluación Educativa es el encargado de ofrecer el resumen del informe internacional para España.
De los tres grandes capítulos con los que cuenta el informe español, me han llamado la atención aspectos concretos en el Primero (“La expansión de la educación y los resultados Educativos”) y el Tercero (“El entorno de los centros educativos y el aprendizaje); mencionan respectivamente la importancia de la educación infantil y las ratios de alumnos. Empezaremos por el segundo punto: cuenta el informe que “en Educación Primaria” el número total de horas obligatorias de clase para los alumnos españoles es ligeramente inferior al promedio de la OCDE, sin embargo en la primera etapa de ESO superamos en casi 130 horas dicho promedio.
Llama la atención que aunque es cierto que el total de horas en el curso lectivo es superior a la media de la OCDE, nuestros niños de Primaria están más tiempo en las aulas que los finlandeses, alemanes, griegos o japoneses. Se observa una tendencia en el conjunto de estados en el sentido de que a más nivel educativo más horas anuales de clases. Y también me ha interesado conocer que las horas dedicadas al aprendizaje de Matemáticas, Lenguas o Ciencia son mayores en España, en comparación con otros países.
Os recuerdo que estamos hablando siempre de medias, porque esos “14 alumnos por profesor” que tenemos, se han obtenido sacando promedio de aulas masificadas, pero también de Centros Rurales Agrupados, con una población escolar menor dadas las características sociodemográficas de los municipios en los que se ubican. Según parece esa ratio iguala la de UE22 (los 22 estados de la Unión Económica Europa) y es un punto más reducida que en la OCDE. Los niños noruegos son los que más atención reciben porque cuentan con ratios más bajas en todos los niveles educativos; y en el otro extremo Chile y México son países con clases muy masificadas.
Evaluar las ratios no es nada fácil puesto que en el mismo país cuentan con medias aceptables en una etapa educativa (Primaria) y altas en otra (Secundaria). Los indicadores utilizados para elaborar los resultados que relato en este subapartado son:
En la primera etapa de Educación Secundaria, el número de alumnos por clase se incrementa hasta los 25 alumnos en España, siendo de 23 y 21 alumnos por clase en la OCDE y en la UE22 respectivamente.
La Educación Infantil comprende desde los 0 hasta los 6 años, y está dividida en dos ciclos, el segundo de los cuales se cursa en Colegios de Educación Infantil y Primaria, o centros concertados. Nos referimos como guarderías o escuelas infantiles a los centros que acogen a bebés de hasta 3 años. España posee las tasas de escolarización más elevadas en Educación Infantil, junto con los países nórdicos y Alemania. Cabe destacar que en la Comunidad Valenciana ya existe un proyecto piloto (con muchas deficiencias aún) de escolarización en CEIPs de niños de 2 años, pero creo que necesitaremos un tiempo para evaluar el resultado.
Distintas observaciones permiten comprobar que alumnos que han asistido a Educación Infantil un mínimo de 3 años han obtenido hasta 16 puntos más en pruebas de Lectura; existe un matiz que relaciona esta supuesta ‘necesidad’ con tener padres no universitarios o con menos recursos para implicarse en los procesos de los hijos.
La Educación Infantil ayuda especialmente a alumnos de familias con características sociodemográficas más desaventajadas, así como a aquellos con mayores necesidades de atención temprana
Si que coincido con la afirmación de que promover la asistencia a la Educación Infantil, además de tener efectos positivos sobre rendimientos académicos posteriores, contribuye a promover la igualdad de oportunidades, pues favorece a los alumnos con peores perfiles.
Mencionar por último que en cuanto a la ‘posición relativa’ de España, si se tienen en cuenta los resultados, es de apreciar “un ligero distanciamiento a la baja respecto de la media, en las competencias en comprensión lectora y matemáticas". Por nuestra parte, seguiremos interesándonos por este tipo de análisis que, si bien resultan en ocasiones muy fríos, nos pueden ofrecer el panorama de nuestra Educación en comparación con otros países.
Vía | Blog EducaLab
Imágenes | Jay Sorensen,
ebullient_av, Angela Rucker,
Liz