El Valle de la Muerte, el paisaje más marciano de España | Planeta Aventura

El Valle de la Muerte, el paisaje más marciano de España

Situada entre las provincias de Guadalajara, Segovia y Madrid, la Sierra de Ayllón, esconde un paisaje que lleva siglos formándose debido a la erosión: las Cárcavas

Guardando cierta similitud con las populares Médulas (León) o con los Mallos de Riglos (Huesca), las Cárcavas son un tesoro escondido entre Madrid y Guadalajara. Situadas en la Sierra de Ayllón, su peculiar paraje de formaciones de tierra rojiza te hará sentir como si estuvieras posando un pie en el mismísimo planeta Marte.

Sin embargo, no hace falta irse tan lejos para disfrutar de un paisaje totalmente marciano y descubrir un lugar que no deja indiferentes a sus visitantes. Conocido popularmente como ‘El Valle de la Muerte’, las Cárcavas resultan sorprendentes e impactantes a partes iguales debido a su asombroso parecido con las fotografías que hemos visto del planeta rojo. Se trata de un paisaje que lleva siglos formándose debido a la erosión del viento y las lluvias, y que, por las condiciones del terreno, de tipo arcilloso, ha ido moldeando unas extrañas aperturas o socavones en el suelo hasta convertirse en un lugar casi extraterrestre. Por eso, resulta un lugar mágico que no debes dejar de visitar si eres amante de la naturaleza.

Llegar allí no es del todo fácil, ya que los accesos guardan diferentes grados de dificultad. Lo mejor es dejar el coche en Pontón de la Oliva y, desde allí, andar unos 40 minutos hasta dar con este impresionante paraje. Otros pueblos cercanos son Patones de Arriba y Patones de Abajo desde donde también parten diferentes rutas senderistas.

 

Rutas y visitas

La ruta de senderismo más sencilla, que se puede realizar con niños, se inicia tomando la ruta GR10 desde la presa del Pontón de la Oliva, para luego desviarse atravesando una finca de olivares. Desde allí parte un sendero que desciende hasta el arroyo de La Lastra, cuyo curso hay que seguir hasta llegar a las Cárcavas. La ruta continúa por el borde superior de estas formaciones, siempre procurando no acercase demasiado al borde, ya que se corre el peligro de posibles derrumbes. La ruta termina en el arroyo de la Lastra.

Otra ruta más larga, en este caso circular, comienza junto al curso del río Lozoya, el cual tendremos que cruzar varias veces, y que nos lleva hasta el pueblo de Alpedrete de la Sierra (Guadalajara). Desde allí se toma un camino parcialmente señalizado que conduce hasta una carretera y luego al camino de tierra que llega hasta el punto más alto de las Cárcavas, desde donde se baja al Pontón de Oliva. A lo largo de esta ruta también se pueden observar los cañones del Lozoya.

La última ruta, mucho más fácil, pasa por ir al lado opuesto, donde se encuentra la zona más alta de las cárcavas, sin necesidad de cruzar la presa, aunque bien merece una visita porque ofrece un precioso espectáculo acuático en un entorno natural único. Aunque lleva mucho tiempo en desuso debido a las filtraciones causadas por las inadecuadas condiciones del terreno, la presa es una obra hidráulica asombrosa y es el sistema de canalizaciones y presas más antiguo del Canal de Isabel II.

Las Cárcavas llaman la atención por su parecido con las fotografías que hemos visto de Marte. También se pueden visitar los pueblos de Patones de Arriba (donde se encuentra el municipio de Pontón de la Oliva) y que es famoso por sus casas de pizarra negra y sus calles sinuosas, o incluso Torrelaguna, otro municipio aún más grande con enclaves como la iglesia gótica de Santa María Magdalena.

 

 

Fuente: El Confidencial

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